ESCUCHAMOS CON EL CORAZÓN.
El tema del curso en nuestros centros, va a ser: la comunión. La comunión entendida como “unión con”. Dios nos une y nos reúne. “Dios reúne nuestros pueblos distintos, pero con una misma fe. Es Cristo quien nos reconcilia con el Padre y nos une entre nosotros en el Espíritu Santo. Juntos, nos inspiramos en la escucha de la Palabra de Dios. Todos tenemos un rol que desempeñar en el discernimiento.”
Comenzamos un curso para volver al origen: ¡SOMOS! Un curso para ser conscientes de que hemos sido llamados (redescubrir nuestra vocación bautismal) y hemos sido invitados a vivir en comunidad. Como tantas veces decimos, solos no podemos vivir, caminar… necesitamos a Dios y necesitamos a los otros.
Proponemos poner el foco en que unidos, juntos, como miembros de una comunidad, de una familia, nos ayudamos a discernir. El DISCERNIMIENTO es clave para descubrir la Voluntad de Dios. Es un año para cuidar y fomentar la escucha, la escucha a Dios y a los demás; en definitiva, una escucha como la de Jesús, como cada día rezaremos en la jaculatoria: “Jesús, enséñame a escuchar como Tú”.
Este año, como miembros de la Familia Cluny, somos invitados no sólo a abrir los oídos sino el corazón, de par en par, para escuchar y discernir juntos qué quiere Dios para mí, para mi comunidad… Comenzamos, por tanto, un curso para vivir especialmente la oración y para hacer experiencia de sinodalidad.
Qué importante para el momento que vivimos de actividad frenética, encontrar el modo de pararnos, escuchar y discernir, para juntos, descubrir lo mejor: lo que Dios quiere.